Aún en su rol de Comandante en Jefe del Ejército, frente a cien coroneles, jefes y oficiales reunidos en el Colegio Militar de la Nación, Leopoldo Fortunato Galtieri dijo en 1980 una frase de gran impacto para los tiempos que se vivían: "Las urnas están bien guardadas".
El usurpador de la Presidencia en ese momento era Roberto Viola, un alcohólico y asesino como Galtieri, pero que era percibido como partidario de la línea blanda (?) militar. Había iniciado una apertura política parcial , que permitió, entre otras situaciones, que la CGT se reorganizara y movilizara bajo la dirección del sindicalista Saúl Ubaldini.
Galtieri le hablaba a la interna militar, a las diferencias de opinión entre los asesinos y cómplices de la dictadura, respecto del camino que debía seguir el Proceso.
Entrevistado por Bernardo Neusdtadt en la Revista Extra en Abril de 1980, Galtieri seguía en campaña y decía: "El Proceso es un medio para transitar hacia un nuevo sistema de ideas que implemente una República que vaya hacia un proceso democrático continuo durante cien años."
"Las urnas no son un fin, sino un medio para implementar el sistema.(...)Antes de sacar las urnas debemos fijar las pautas, a partir de las cuales se implementará el nuevo sistema para evitar que mis camaradas jóvenes tengan en el futuro que retomar las riendas para no caer en el abismo. Las Fuerzas Armadas tuvieron que tomar el poder político de la Nación no como un fin sino como un medio de instrumentar el sistema de ideas...".
El plan de Galtieri era dar lugar muy lentamente a una democracia tutelada, manipulada por el poder militar.
Pinochet hacía lo mismo en Chile. En 1980 refrendaría en las urnas una nueva constitución, la base de la democracia chilena actual, que estableció un plazo de transición a la democracia: durante ocho años Pinochet gobernaría como presidente, y cuando terminase ese período la Junta pondría un candidato (que sería el mismo Pinochet), para que un referendum lo aprobase o rechazase en un nuevo mandato de 8 años .
La arquitectura legal de la dictadura Chilena incluyó leyes reservadas.
Dice América Economía, en su edición del 2 de noviembre del 2011: "El presidente (..) presentará al Congreso un proyecto para derogar una ley que obliga a destinar el 10% de las ventas de cobre a la compra de armas, iniciativa que dictó Augusto Pinochet y que ha permitido a Chile hacer millonarias adquisiciones en los últimos años. Si logra poner fin a esa ley, aprobada durante la dictadura, Piñera, primer mandatario de derechas desde el retorno de la democracia, se convertirá también en el primero en consolidar la autoridad civil sobre las FFAA"
30 años después, sólo un ejemplo entre muchos, de lo que hubiera sido el triunfo del plan de Galtieri. Ni hablar de los derechos humanos.
Hoy se cumplen 30 años del inicio de una locura de un régimen asesino encabezado por un borracho mesiánico que costó centenares de vidas argentinas e inglesas.
Que destruyó a una generación de jóvenes, hoy veteranos de guerra, que todavía sufren las consecuencias del hambre, el frío y la humillación.
Que alejó a nuestro país de la soberanía sobre las islas.
Pero que significó el inicio del fin de la dictadura.
El inicio de un final completo, una derrota sin condiciones de los torturadores, de los violadores, de los sádicos, de los apropiadores de menores.
El 7 de diciembre de 1982, sólo cinco meses después del fin de la guerra, Raúl Alfonsín desafió al poder militar con un acto público, político, en el Luna Park.
Era el germen de nuestra querida Democracia. El punto de partida hacia una forma de vida, que juzgó, condenó y destituyó y encarceló a los responsables del genocidio.
Aquellos jóvenes que dejaron su vida en Malvinas y los que sobrevivieron, seguramente sin saberlo, hicieron posible el milagro de una Democracia sin condicionamientos militares.
Una Democracia que, con sus virtudes y defectos, pone a la vida humana en el centro de la escena.
Una Democracia que en los ochenta fue el faro inspirador de Sudamérica.
Honor y gratitud a los jóvenes que combatieron en Malvinas, la gloriosa juventud de los ´80.
Son los héroes de la Democracia Argentina.
Lapidario. Incluyendo la imagen que elegiste para encabezar el post.
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