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Mostrando entradas de 2020

La competencia por infraestructura hace caros e injustos a Internet y los servicios de celulares

Garantizar la oferta de un bien o un servicio público muchas veces requiere inversiones que en la práctica tienen un repago muy largo en el tiempo, tan largo que hasta quizás quienes invierten no están vivos al momento en que ese repago se produce. Puede, incluso, no tener nunca un repago. Sin embargo, los beneficios sociales de esas inversiones exceden por mucho la rentabilidad del proyecto de inversión en particular. Las redes de agua corriente, cloacas y desagües que se hicieron en Buenos Aires luego de la fiebre amarilla, redundaron en una menor cantidad de enfermedades, en una mayor productividad de las personas, en un aumento de la población, en una mayor esperanza de vida . ¿En cuántos años se repagó aquella inversión millonaria? ¿ Importa? La pandemia Covid 19 ha puesto fuera de toda discusión que el acceso a las comunicaciones, a Internet, constituye una necesidad imperiosa para la sociedad. Dos ejemplos: los estudiantes que tienen conexión a la red acceden a la educación disp

La Pandemia Deflacionaria

El estallido de la burbuja financiera el 29 de octubre de 1929 en Wall Street fue el punto de partida de la Gran Depresión Global que tuvo epicentro en EEUU que duró cuatro años y produjo la quiebra de bancos, de empresas comerciales e industriales, un aumento del desempleo al 25% y la caída brutal del PBI. La salida de la crisis del 29 comenzó desde el campo de las ideas. Hasta ese momento, los gobiernos administraban los estados como si fuesen empresas o una familia. Cuando el PBI crecía, aumentaban los ingresos del fisco y los gobernantes gastaban más. En épocas de vacas flacas, los ingresos fiscales caían y quienes decidían el destino de los impuestos, recortaban los gastos. El gobierno hacía política pro-cíclica, lo que dictaba el manual del liberalismo económico de entre guerras. Un manual que además incluía el patrón oro y que no tenía como objetivo el empleo. Ante el fracaso de las viejas recetas en los primeros años de la crisis, nuevas formas de ver la economía pública y d

Los fantasmas "iliberales"

Con la empatía de un burócratra exhausto de su rutina, el despertador cumplió a las siete am. Era dos de abril y la clase de caligrafía me esperaba a veinte cuadras, dentro de cuarenta y cinco minutos. Por suerte había conseguido terminar las treinta hojas de letra impuesta. Quizás podría empezar a compensar el cero con el que aquel psicópata llamado Moreno, profesor del Carlos Pellegrini me había calificado hace unos días por no tener un lapicero completamente recto, por utilizar uno diseñado con una cuña para apoyar los dedos. Aquel cero fue acompañado de tres días de suspensión. “Niñito, retírese inmediatamente del aula, diríjase a celaduría y esperéme ahí”.  “Celaduría”. El  lugar de los preceptores, una pequeña habitación en la esquina del edificio con una ventana que a pesar de dar a Marcelo T. de Alvear no lograba ocultar la oscuridad del segundo piso de la escuela.  Mi preceptor era el hijo de Albano Harguindeguy, el Ministro del Interior de Videla, y Sanchez que

Desmadre

“Estamos solo al principio  de una epidemia que desconocemos.  Nadie tiene la fórmula correcta  y cada país debe encontrar su propio camino de la mano de equipos multidisciplinares.” Jonas Schmidt-Chanasit, virólogo alemán. Escribo estas palabras en el Docs de Google, mientras a un lado de la pantalla de la PC, el Ipad transmite transmite en directo por Youtube el trabajo de la comisión Bicameral Permanente de Trámite Legislativo. La mitad izquierda del Ipad la ocupa el senador Mayans, un representante del pueblo de Formosa bastante excedido de peso. Las hombreras de su saco están levantadas y la forma en que su ropa se ha acomodado a la silla sugiere una cabeza incrustada en su cuerpo en un momento distinto, posterior,  sostenida mediante un cuello frágil. El injerto es protegido de las inclemencias del debate por una papada generosa mientras el Senador habla y transpira de entusiasmo. En la otra mitad de la pantalla, legisladores en cuadrícula miran a la cámara de su

Masiva confusión opositora

El colapso del relato del PRO -”venimos con el mejor equipo de los últimos 50 años a superar 70 años de decadencia”. “Desde el éxito en la actividad privada venimos a hacer lo que hay que hacer”. “Vamos a terminar de una vez por todas con el peronismo y la vieja política”- dejó tierra arrasada. Desesperadas ante la incertidumbre que produce el vacío, se alzan voces inconexas y discursos fragmentarios, siempre anecdóticos. “Fernandez miente”, “el ajuste que no hubieran dejado hacer al anterior gobierno”, “las pistolas Tasser”, “el problema es el déficit”, “la emisión”, “la novela de Borges”, ”Evo”,”Venezuela”(?). Críticas, muchas de ellas, casi estéticas. No existe aún un conjunto de ideas de la oposición, un pensamiento crítico sobre las acciones del nuevo gobierno que pueda configurar una alternativa política. Es lógico. Han pasado sólo 40 días desde la asunción de Alberto Fernández. Y casi todo lo que hace un gobierno al inicio tiene mucho mas que ver con la herencia qu