Inés García es una mujer excepcional: poco común, infrecuente.
Desde hace unos años, luego de pagar impuestos a las ganancias por su salario de $10.000, puede ahorrar. Según Cedlas - UNLP, forma parte del 10% más rico de la población.
Dicho de otra forma: el 90% de los hogares argentinos tienen por mes un ingreso menor al suyo.
Sus $10.000 le alcanzan para cubrir el alquiler, el médico, la escuela de sus dos hijos, la comida. Cuidándose mucho, casi siempre consigue ahorrar algo para irse de vacaciones.

Hizo un plazo fijo, 12 % anual.
Sin mucha sofisticación financiera, María pensó que era el 1% por mes. En junio, tenía $1.053 en el banco (aproximadamente 5% más), pero la inflación había sido de un poco más de 10%. A este ritmo, María se esforzaría 12 meses, pero su ahorro rendiría, al momento de vacacionar un poco menos de 11.
Inés gana más en dólares que en el 2003. Sabe que su aguinaldo le permite comprar casi cinco veces más billetes americanos que entonces, porque su sueldo no sigue a la inflación del Indec, sino a la real.
Recuerda que en los 90 le salía más barato ir a Miami que a Mar del Plata y sabe que los dólares que hoy compre, comprarán lo mismo dentro de un año en Miami.
Piensa también, sin ninguna sofisticación financiera, que siempre que ella pudo comprar dólares baratos, tarde o temprano, el dólar subió.
Inés no está loca, no es una cipaya, ni una especuladora financiera.
Es una mujer extraordinaria, poco común, infrecuente.
Según la Presidenta, forma parte del 3% de argentinos que pueden ahorrar.
No es uno de los 38,650,00 argentinos que sólo consumen, que no les sobra nada, que viven con lo justo.
Argentina, luego de los mejores 9 años de crecimiento de su historia, tiene, según el FMI, un ingreso por habitante de 18.000 dólares anuales. El más alto de Latinoamérica, el más alto de nuestra historia.
$81.000 por año por habitante al tipo de cambio oficial, 6750 pesos por mes por cada uno de nosotros.
Si a cada argentino le tocara esa suma por año, María tendría un ingreso total por mes de 20.250 pesos, (6750 por ella, 6750 por cada uno de sus dos hijos)
María gana mucho menos que eso. Pero paga ganancias. Su familia está dentro del 10% más rica del país y ella dentro del 3% de argentinos que ahorran.
La distribución de la riqueza de nuestro país es una vergüenza imposible de justificar.
Gobernar para 40 millones de argentinos, no es, de ninguna manera, tener a 38,6 millones corriendo la coneja para llegar a fin de mes.
Por eso compra dólares el 3% de los argentinos.
Porque sólo el 3% se puede dar el lujo de ahorrar.
PD: Matías Fernandez, el especulador perfecto, hace en estos momentos una fortuna arbitrando entre el blue, el oficial y el celeste y blanco.
Todavía sigue sin trabajar.
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