Creo que el radicalismo expresa muchos valores.
El primero de ellos es la defensa de la libertad.
Creemos en la libertad en todas sus formas y sabemos que no hay libertad sin justicia, sin reglas compartidas, sin respeto a la diferencia, sin instituciones sólidas que defiendan a los ciudadanos de los atropellos de quienes se consideran depositarios de la verdad absoluta.
Esta visión nos une a muchos otros actores políticos que no necesariamente comparten el resto de nuestras ideas.
Por ejemplo, sobran políticos que creen en el funcionamiento de las instituciones de la República, pero no piensan en que el estado tiene que intervenir en la economía para promover la igualdad de las oportunidades. Lo inverso también vale.
Desde mi punto de vista, ni los "liberales", "ni los cívicos" defienden la libertad como nosotros. Los de la "Victoria", sin dudas, no defienden la igualdad como el radicalismo.
Eso nos hace únicos y nos da nuestro lugar en la política.
Cobos defendió la libertad.
Lo hizo como un radical, entendiendo que la paz es el prerrequisito para ejercerla. Utilizó con sensatez los mecanismos de las instituciones de la República que los ciudadanos pusieron en sus manos.
Queda pendiente entender cómo alguien con ese pensamiento, compartió un espacio político con quienes irresponsablemente pusieron a nuestra sociedad al borde del abismo, por un tema que, a todas luces, no justifica semejante vértigo.
Los radicales trabajamos por un país en el que los seres humanos, librados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias.
Siempre.
El primero de ellos es la defensa de la libertad.
Creemos en la libertad en todas sus formas y sabemos que no hay libertad sin justicia, sin reglas compartidas, sin respeto a la diferencia, sin instituciones sólidas que defiendan a los ciudadanos de los atropellos de quienes se consideran depositarios de la verdad absoluta.
Esta visión nos une a muchos otros actores políticos que no necesariamente comparten el resto de nuestras ideas.
Por ejemplo, sobran políticos que creen en el funcionamiento de las instituciones de la República, pero no piensan en que el estado tiene que intervenir en la economía para promover la igualdad de las oportunidades. Lo inverso también vale.
Desde mi punto de vista, ni los "liberales", "ni los cívicos" defienden la libertad como nosotros. Los de la "Victoria", sin dudas, no defienden la igualdad como el radicalismo.
Eso nos hace únicos y nos da nuestro lugar en la política.
Cobos defendió la libertad.
Lo hizo como un radical, entendiendo que la paz es el prerrequisito para ejercerla. Utilizó con sensatez los mecanismos de las instituciones de la República que los ciudadanos pusieron en sus manos.
Queda pendiente entender cómo alguien con ese pensamiento, compartió un espacio político con quienes irresponsablemente pusieron a nuestra sociedad al borde del abismo, por un tema que, a todas luces, no justifica semejante vértigo.
Los radicales trabajamos por un país en el que los seres humanos, librados del temor y de la miseria, disfruten de la libertad de palabra y de la libertad de creencias.
Siempre.
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